-Autor: Laurie Faria Stolarz-Editorial: Hyperion Books-Páginas: 252-ISBN: 9781423111443-No publicado en España
Algunos secretos no se deberían mantener...
Hasta hace tres meses, todo en la vida de Camelia, de dieciséis años, había sido bastante corriente: notas decentes, una aceptable relación con sus padres y un trabajo bastante bueno en el estudio de arte de la ciudad. Pero cuando Ben, el misterioso chico nuevo, empieza el penúltimo curso de su instituto, la vida de Camelia pasa a ser cualquier cosa menos corriente. Sospechoso de ser de alguna forma culpable de la muerte accidental de su ex-novia, Ben es inmediatamente condenado al ostracismo por todo el mundo en el campus. Excepto por Camelia. Ella se resiste a creer en los rumores, incluso cuando sus amigos tratan de convencerla de lo contrario. Es atraída de forma inexplicable hacia Ben... y hacia su tacto. Pero pronto Camelia empieza a recibir inquietantes llamadas de teléfono y extraños paquetes con notas amenazadoras. Ben insiste en que está en peligro, y en que él puede ayudar - ¿pero puede confiar en él? Sabe que está escondiéndole algo... pero él no es el único con un secreto.
El último día de curso, Camelia estuvo a punto de morir en un accidente de coche a la salida del instituto. Por suerte, un misterioso chico la salvó de ser atropellada. Superada la conmoción y de vuelta a los estudios, Camelia empieza el nuevo año con fuerzas renovadas, pero ese trimestre le deparará sorpresas inesperadas.
Para empezar, el chico que la salvó se ha matriculado en su escuela y además comparten mesa de laboratorio. Se llama Ben y, aunque le persigue la mala fama por el supuesto asesinato de su exnovia, Camelia no duda en su inocencia y no piensa parar hasta que le explique el extraño suceso del día del accidente.
Mientras la chica trata de descubrir la verdad sobre Ben, a su casa irán llegando diversas cartas y mensajes de un anónimo que con el tiempo comienza a convertirse en un acosador. Kimmie y Wes, los amigos de Camelia, no ayudan mucho en este aspecto, pues los dos creen que lo mejor para ella es alejarse de Ben. Pero el descubrimiento del secreto de Ben no hará más que acrecentar las ansias de Camelia por no separarse de su lado...
Para empezar, el chico que la salvó se ha matriculado en su escuela y además comparten mesa de laboratorio. Se llama Ben y, aunque le persigue la mala fama por el supuesto asesinato de su exnovia, Camelia no duda en su inocencia y no piensa parar hasta que le explique el extraño suceso del día del accidente.
Mientras la chica trata de descubrir la verdad sobre Ben, a su casa irán llegando diversas cartas y mensajes de un anónimo que con el tiempo comienza a convertirse en un acosador. Kimmie y Wes, los amigos de Camelia, no ayudan mucho en este aspecto, pues los dos creen que lo mejor para ella es alejarse de Ben. Pero el descubrimiento del secreto de Ben no hará más que acrecentar las ansias de Camelia por no separarse de su lado...
A veces peco de superficial con los libros (supongo que como todos) y me pueden las ganas de hacerme con una portada bonita. Con este me ha sucedido eso exactamente, aunque debo reconocer que las buenas críticas que he leído ayudaron a que quisiera leerlo. Pero sobre todo fue la portada que, junto a una sinopsis atrayente, prometía una novela diferente y entretenida. Y al final, lo que me encontré fue... nada.
Lo que más me ha fastidiado de todo ha sido esa simplicidad en los personajes. Son planos hasta decir basta, y sus acciones no tienen ni pies ni cabeza. Lo único que diferencia a Camelia de otras protagonistas que he tenido la (des)gracia de encontrar, es que ella por lo menos tiene unos amigos normales, y cuando digo normales digo extravagantes, que sueltan tacos y se gastan bromas tontas, como los tenemos todos. Sin embargo, Camelia es el colmo de la pusilanimidad, es bastante bobalicona y parece siempre el centro de atención de sus amigos. Además, aunque ella no nombra nada de que sea guapa o fea, la mayoría de los chicos que aparecen en el libro le hacen ojitos. Y lo peor de todo es que ella le hace ojitos a otro, al chico misterioso, cómo no. Al final tenemos a una protagonista bastante abofeteable y con un gusto insano por los problemas. Mal, Stolarz, mal, has acabado creando un personaje principal como todos los demás.
Y los secundarios no se salvan. Kimmie y Wes no tienen más función que la de soltar unos cuantos chascarrillos para aderezar el tono lúgubre de la novela, pero la autora no ha querido ahondar más en ellos. ¡Si es que hasta la pobre Kimmie le dice en un momento a Camelia que está pasando de sus amigos! Y claro, luego está Ben. Es el guapete misterioso que abusa de ser autocompasivo, y tiene esa típica tendencia a sufrir por tener que dejar a la chica que ama porque siente el deber de protejerla. Lo bueno que tiene es que todo el instituto sospecha de él y lo odia, por lo tanto es una especie de marginado y no el buenorro por el que todas andan coladito. Ahí la autora supo arreglar un poquito el tópico, pero aún así... No culpo a la escritora de que ella incluido tantos personajes, como yo los llamo, relámpago, que aparecen de vez en cuando sólo para saludar. En este caso, fueron adecuados en la medida en que acrecentaron el misterio del acoso a Camelia.
La pluma de Stolarz es limpia, directa, no se anda con florituras. Esto a veces está bien, pero es que aquí se pasa de rosca. Hay muy pocas descripciones, y la autora solo relata lo justo y necesario. A veces uno no sabe ni en qué día están pasando las cosas ni a qué hora. Parece como si a la escritora solo le interesase contar el meollo de la cuestión. He visto una narración poco trabajada y muy dada a los diálogos vacíos y reiterativos.
Lo bueno, eso sí, son las tramas. La historia de Ben y su psicometría son nuevas para mí, y en el libro se ha sabido combinar muy bien con los acosos a Camelia. De algún modo, la cualidad de Ben y su fantasía casan a la perfección con lo realista del misterio del acosador. Esta última trama me ha parecido la más interesante, porque sí es cierto que te hace dudar de cada uno de los personajes que van apareciendo... aunque realmente podría haber sido cualquiera.
Doscientas cincuenta páginas que se leen de una tirada, pero es que teniendo en cuenta la manera que tiene la escritora de contar las cosas, era imposible que el libro fuese más largo. Una novela que me ha parecido entretenida en su justa medida. Creo que continuaré con la saga porque ese final deja un camino muy abierto, pero espero que el segundo mejore en cuanto a personajes y escenarios crepusculeros (Ben es Edward en versión 2.0, y mejor no hablar de esos detalles como que Camelia fue salvada de un accidente de coche del mismo modo que Bella y aún por encima los dos comparten pupitre en ciencias). Recordad: nunca os fiéis de una portada bonita.
Veredicto:
La originalidad de las tramas patina con unos personajes planos y una escritura simple hasta decir basta.
Nota:
Saga 'Touch':1. Deadly Little Secret2. Deadly Little Lies3. Deadly Little Games4. Deadly Little Voices5. Deadly Little Lessons6. ?Páginas:
2 idea(s) :
Pues me has dejado chof, porque esta saga me llamaba (sí, las portadas; aunque el argumento ayudaba) y no leía malas críticas... En fin, ya veré. Todo depende de si lo publican en castellano y a qué precio xD
¡Saludos!
La saga no me llamaba y ahora menos xD
besos!
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