-Autor: Laurie Faria Stolarz-Editorial: Hyperion Books-Páginas: 296-ISBN: 9781423111993-No publicado en España
El pasado otoño, Camelia de 16 años de edad, se enamoró de Ben, un chico nuevo en la escuela que tenía un don muy misterioso: la psicometría, capacidad de sentir el futuro a través del tacto. Pero así como el romance de Camelia y Ben comienza a calentarse, él repentinamente se va de la ciudad. Con el corazón partido, Camelia ha pasado los últimos meses estudiando todo lo que puede sobre la psicometría y experimentando los misterios de la extraña premonición. Camelia se pregunta si las habilidades de Ben de alguna manera se han transferido a ella. Ben regresa a la escuela, pero él permanece distante, y Camelia no puede acercarse lo suficiente para compartir su secreto con él. Camelia hace la dolorosa decisión de dejarlo ir y seguir adelante. Adam, el nuevo chico nuevo, parece ser bueno para ella de una manera que Ben no lo es. Pero cuando Camelia y Adam empiezan a salir, se produce un sorprendente triángulo amoroso. Una secuencia de acontecimientos escalofriantes producen que Ben descubra secretos del pasado, al igual que Adam. Alguien está mintiendo, y Camelia debe averiguar quién antes de que sea demasiado tarde.
Parece que el asunto relacionado con el secuestro de Camelia se ha solucionado por completo y que todo vuelve a estar en su lugar. Con el comienzo de las clases, Ben ha regresado al instituto, pero ha decidido mantener las distancias con Camelia. A ella no le muy bien, que digamos. Le cuesta dormir por las noches, ha empezado a recibir amenazas anónimas (otra vez) y las esculturas de cerámica que hace ahora adquieren formas premonitorias que vienen acompañadas de voces inquietantes. Para librarla de cualquier mal, llega a la pequeña ciudad un nuevo chico, Adam, que pronto se interesa por Camelia. Es el chico perfecto, pero es mejor no fiarse de alguien que ha aparecido en su vida tan de repente...
¿Quién le iba a decir a la pobre Camelia que todos los males habidos y por haber en el mundo le iban a ocurrir a ella? La chica sigue siendo un imán para los problemas, eso no ha cambiado en este segundo libro que sigue lleno de incoherencias, desenlaces que podrían competir por el premio a Final Más Absurdo de la Historia y personajes secundarios huecos y sosainos. He caído como una tonta esperando encontrarme con una trama algo más elaborada y una mejora en la historia, pero no siempre llueve a gusto de todos. El caso es que creo que no voy a escarmentar, por el momento.
Esta vez el libro se salva porque introduce una subtrama (la de su tía) Alexia, bastante inquietante, dándole un tono oscuro a la historia que me ha gustado mucho. Además, se abre pero deja la puerta abierta a que se desarrolle posteriormente, lo cual funciona muy bien como gancho. Algo que también me ha gustado es que, pese a que las relaciones se cortan, tienen sus problemas y se crean otras nuevas, no se hace un drama de todo eso, sino que los personajes lo llevan con naturalidad.
Quitando eso, el libro sigue siendo simple y sin chicha. No le acabo de coger el punto a esta saga, y creo que es porque la escritura es muy anodina. La autora relata lo estrictamente necesario y no deja lugar a la espontaneidad. Los diálogos y la narración son sencillos del todo, escritos para un niño de cinco años (subo las escaleras, abro la puerta, me tiro en cama, llamo a mi amiga...). La historia es una copia del primer libro, y se ve a leguas quien es el causante de todo. Por si fuera poco, el final es el topicazo de los topicazos.
La acción no está dosificada. Cuando va a ocurrir algo importante, sucede de manera abrupta y se soluciona en tres líneas. Desde mi punto de vista, y al ser un libro que juega bastante con el suspense, creo que se le puede sacar más partido a este recurso. Los personajes no dan soportado este fallo, sino que lo refuerzan. Kimmie y Wes no mejoran, siguen siendo los amigos relleno de la protagonista. Solo sirven para que nos echemos unas risas, y a veces, ni eso consiguen. Camelia... Bueno, Camelia es Camelia, bobalicona y con una personalidad siempre desanimada, como desganada. Es como si no tuviese ganas de actuar, de moverse. Ben, en esta segunda parte, no tiene tanta relevancia como en la primera. Se deja llevar más por sus impulsos, y entre el tira y afloja que hay entre él y Camelia, al final no se consigue crear la tensión propicia. Adam ya es el culmen del personaje secundario plano. Se le ven las intenciones nada más aparecer y carece de cualquier encanto que pueda hacer competencia a Ben (ya de por sí un poco insípido en este segundo libro).
Así que, como veis, este libro solo me ha gustado un poquitín más que el anterior. Como me gusta sufrir y los libros se leen muy rapidito, creo que le daré una tercera oportunidad a la saga con el siguiente. La trama de Alexia me ha dejado con la mosca en la oreja, y aunque sé que es un poco tonto por mi parte esperar a que se produzca un milagro, yo cruzo los dedos para que la historia mejore y saque partido a todos esos detalles que la autora suele dejar de lado.
Esta vez el libro se salva porque introduce una subtrama (la de su tía) Alexia, bastante inquietante, dándole un tono oscuro a la historia que me ha gustado mucho. Además, se abre pero deja la puerta abierta a que se desarrolle posteriormente, lo cual funciona muy bien como gancho. Algo que también me ha gustado es que, pese a que las relaciones se cortan, tienen sus problemas y se crean otras nuevas, no se hace un drama de todo eso, sino que los personajes lo llevan con naturalidad.
Quitando eso, el libro sigue siendo simple y sin chicha. No le acabo de coger el punto a esta saga, y creo que es porque la escritura es muy anodina. La autora relata lo estrictamente necesario y no deja lugar a la espontaneidad. Los diálogos y la narración son sencillos del todo, escritos para un niño de cinco años (subo las escaleras, abro la puerta, me tiro en cama, llamo a mi amiga...). La historia es una copia del primer libro, y se ve a leguas quien es el causante de todo. Por si fuera poco, el final es el topicazo de los topicazos.
La acción no está dosificada. Cuando va a ocurrir algo importante, sucede de manera abrupta y se soluciona en tres líneas. Desde mi punto de vista, y al ser un libro que juega bastante con el suspense, creo que se le puede sacar más partido a este recurso. Los personajes no dan soportado este fallo, sino que lo refuerzan. Kimmie y Wes no mejoran, siguen siendo los amigos relleno de la protagonista. Solo sirven para que nos echemos unas risas, y a veces, ni eso consiguen. Camelia... Bueno, Camelia es Camelia, bobalicona y con una personalidad siempre desanimada, como desganada. Es como si no tuviese ganas de actuar, de moverse. Ben, en esta segunda parte, no tiene tanta relevancia como en la primera. Se deja llevar más por sus impulsos, y entre el tira y afloja que hay entre él y Camelia, al final no se consigue crear la tensión propicia. Adam ya es el culmen del personaje secundario plano. Se le ven las intenciones nada más aparecer y carece de cualquier encanto que pueda hacer competencia a Ben (ya de por sí un poco insípido en este segundo libro).
Así que, como veis, este libro solo me ha gustado un poquitín más que el anterior. Como me gusta sufrir y los libros se leen muy rapidito, creo que le daré una tercera oportunidad a la saga con el siguiente. La trama de Alexia me ha dejado con la mosca en la oreja, y aunque sé que es un poco tonto por mi parte esperar a que se produzca un milagro, yo cruzo los dedos para que la historia mejore y saque partido a todos esos detalles que la autora suele dejar de lado.
Veredicto:
La trama es muy similar al anterior libro. Los personajes, igual de tontos que siempre, para no variar. Eso sí, hay una pequeña sorpresa en la historia bastante interesante...
Nota:
Saga 'Touch':2. Deadly Little Lies3. Deadly Little Games4. Deadly Little Voices5. Deadly Little Lessons6. ?Páginas:
1 idea(s) :
No creo que me lea esta saga la verdad xD mejor usar mi tiempo en otra cosa
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