-Autor: J.D. Salinger-Título original: Franny and Zooey-Editorial: Alianza-Páginas: 208-ISBN: 978-84-206-7428-5
Por expreso deseo del autor, no está permitido que la editorial aporte en su material promocional ningún tipo de texto adicional, información biográfica, cita o reseña relacionados con esta obra. El lector interesado podrá, no obstante, encontrar abundante información al respecto en internet. (Editorial Alianza)
Después de haber leído El guardián entre el centeno, como le sucedería a mucha gente, me quedé con ganas de leer más sobre Salinger. Todo de Salinger. Sin saber muy bien con qué libro seguir, escogí Franny y Zooey porque era el siguiente del que más había escuchado hablar. Pero guardianes entre el centeno solo hay uno, y estaba claro que el listón era muy alto. Franny y Zooey no supera a El guardián entre el centeno, tampoco lo iguala. Es totalmente diferente y se debe tomar, pues, como tal, sin comparaciones.
En esta novela Salinger nos presenta a los hermanos pequeños de la familia Glass, recurrente en sus libros: Franny, la más pequeña, que parece haber entrado en una depresión existencialista, y Zooey, el menor de los chicos, que intenta poner en orden los pensamientos de su hermana. El libro comienza con Franny manteniendo una conversación con su novio Lane. Salinger nos hace creer que esa será la trama principal, de hecho nos sitúa en la visión del novio para luego ir tomando, poco a poco, la posición de Franny. Cuando parece que la historia empieza a coger rumbo, pasamos a Zooey, un salto que no entendemos hasta que enlazamos los hechos, más adelante, y todo cobra sentido.
No es este un libro que tenga una trama vigorosa o adictiva. Es más bien una lectura que te lleva hasta reflexiones a través de un tema, se podría decir que con la excusa de una historia, la de Franny y su obsesión por una frase religiosa. Y como siempre, Salinger deambula por las conversaciones más insulsas, se enrosca en sus propias divagaciones hasta lograr una prosa realista y espontánea. Destaco la relación entre hermanos, no solo la que hay entre los protagonistas, sino entre los siete que son en total y que aparecen en sus charlas, conformando así una familia de la que a uno le gustaría formar parte, la familia Glass.
Esperaba encontrarme con algo más profundo, con un debate más riguroso, y ha sido eso lo que me ha disgustado, pero se ha visto recompensado con la presentación de un personaje que me ha encantado, Zooey, pragmático, repelente y a veces cansino, pero firme y categórico, el muro contra el que choca Franny y que crea el conflicto central, aunque para llegar a él haya que pasar unas cuantas páginas que se hacen algo extensas. La conversación entre Franny y Lane es tan fructífera como la de Franny y Zooey, pero la escena del baño resulta excesivamente larga.
Franny y Zooey corrobora que no hace falta una gran trama para sacarle jugo a una buena idea. Es un libro que se debe tomar con calma y leerlo con avidez, pues parece más bien una obra de teatro que sucede en unas horas más que una novela.
En esta novela Salinger nos presenta a los hermanos pequeños de la familia Glass, recurrente en sus libros: Franny, la más pequeña, que parece haber entrado en una depresión existencialista, y Zooey, el menor de los chicos, que intenta poner en orden los pensamientos de su hermana. El libro comienza con Franny manteniendo una conversación con su novio Lane. Salinger nos hace creer que esa será la trama principal, de hecho nos sitúa en la visión del novio para luego ir tomando, poco a poco, la posición de Franny. Cuando parece que la historia empieza a coger rumbo, pasamos a Zooey, un salto que no entendemos hasta que enlazamos los hechos, más adelante, y todo cobra sentido.
No es este un libro que tenga una trama vigorosa o adictiva. Es más bien una lectura que te lleva hasta reflexiones a través de un tema, se podría decir que con la excusa de una historia, la de Franny y su obsesión por una frase religiosa. Y como siempre, Salinger deambula por las conversaciones más insulsas, se enrosca en sus propias divagaciones hasta lograr una prosa realista y espontánea. Destaco la relación entre hermanos, no solo la que hay entre los protagonistas, sino entre los siete que son en total y que aparecen en sus charlas, conformando así una familia de la que a uno le gustaría formar parte, la familia Glass.
Esperaba encontrarme con algo más profundo, con un debate más riguroso, y ha sido eso lo que me ha disgustado, pero se ha visto recompensado con la presentación de un personaje que me ha encantado, Zooey, pragmático, repelente y a veces cansino, pero firme y categórico, el muro contra el que choca Franny y que crea el conflicto central, aunque para llegar a él haya que pasar unas cuantas páginas que se hacen algo extensas. La conversación entre Franny y Lane es tan fructífera como la de Franny y Zooey, pero la escena del baño resulta excesivamente larga.
Franny y Zooey corrobora que no hace falta una gran trama para sacarle jugo a una buena idea. Es un libro que se debe tomar con calma y leerlo con avidez, pues parece más bien una obra de teatro que sucede en unas horas más que una novela.
2 idea(s) :
Tengo ganas de probar al autor, pero creo que empezaré con el guardian entre el centeno primero.
Auch! Como puede ser que aun no conociera tu blog? Muy mal! xD Yo aun no he leído nada de este autor pero en breve me haré con El guardian entre el centeno porque todo el que lo ha leído lo ama y ya me pica demasiado la curiosidad. Un saludito!
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