-Autor: J.D. Salinger
Por expreso deseo del autor, no está permitido que la editorial aporte en su material promocional ningún tipo de texto adicional, información biográfica, cita o reseña relacionados con esta obra.
En esta obra de Salinger se encuentran dos historias: una relacionada con la boda de Seymour y otra con la descripción de este personaje.
Levantad, carpinteros... ha sido la obra que menos me ha gustado de Salinger de las que he leído hasta el momento. El libro, divido en dos partes, se centra en la figura de Seymour retratada a través de los ojos de su hermano Buddy, a quien ya conocimos en Franny y Zooey. En la primera parte, Buddy asiste a la boda de su hermano, pero este no se presenta y Buddy se ve obligado a compartir coche con familiares de la novia, soportando todo tipo de comentarios sobre Seymour. La segunda parte se trata de un texto dirigido al lector en el que Buddy, ya entrado en la cuarentena, intenta describir a su hermano a través de sus recuerdos de niñez.
La primera parte de la novela en realidad es entretenida. Salinger es maestro en hacer de anécdotas una novela, y en este caso ocurre algo por el estilo. Lo que podría resumirse en unos cuantos párrafos, Salinger lo relata en 100 páginas. Como siempre, aparece un personaje peculiar y entrañable, en este caso el ancianito bajito, que hace de contrapunto con las demás personas, que suelen tener un carácter más falso y corrosivo. Sin embargo, la segunda parte es tediosa. Hacia la mitad se vuelve interesante, la figura de Seymour es un misterio de la familia Glass y aunque sea por retazos de lo que cuenten sus hermanos, cualquier dato sobre él siempre es bienvenido.
Pero las diez primeras páginas de Seymour: una introducción fueron demasiado para mí. Demasiada pedantería, demasiada verborrea que no venía a cuento. La personalidad de Buddy es así, lo entiendo, pero de verdad que no era necesario soltar semejante discurso intelectualoide que no aporta nada a la trama, solo una explicación de los desvíos de Buddy al presentar a su hermano.
No es un libro que recomiende, pese a ser de Salinger. Resulta interesante porque nos acerca a Seymour y la primera parte se salva porque sigue en la línea de las historia del autor, pero es bastante prescindible, a no ser que quieras autocastigarte soporíficamente.
La primera parte de la novela en realidad es entretenida. Salinger es maestro en hacer de anécdotas una novela, y en este caso ocurre algo por el estilo. Lo que podría resumirse en unos cuantos párrafos, Salinger lo relata en 100 páginas. Como siempre, aparece un personaje peculiar y entrañable, en este caso el ancianito bajito, que hace de contrapunto con las demás personas, que suelen tener un carácter más falso y corrosivo. Sin embargo, la segunda parte es tediosa. Hacia la mitad se vuelve interesante, la figura de Seymour es un misterio de la familia Glass y aunque sea por retazos de lo que cuenten sus hermanos, cualquier dato sobre él siempre es bienvenido.
Pero las diez primeras páginas de Seymour: una introducción fueron demasiado para mí. Demasiada pedantería, demasiada verborrea que no venía a cuento. La personalidad de Buddy es así, lo entiendo, pero de verdad que no era necesario soltar semejante discurso intelectualoide que no aporta nada a la trama, solo una explicación de los desvíos de Buddy al presentar a su hermano.
No es un libro que recomiende, pese a ser de Salinger. Resulta interesante porque nos acerca a Seymour y la primera parte se salva porque sigue en la línea de las historia del autor, pero es bastante prescindible, a no ser que quieras autocastigarte soporíficamente.
Veredicto:
La segunda parte estropea lo curioso que resultaba el punto de vista del protagonista.
Nota:
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