Prohibido, Tabitha Suzuma

Autor: Tabitha Suzuma

Título original: Forbidden

Editorial: Oz

Páginas: 384

ISBN: 9788494172922

«No podemos, si empezamos, ¿cómo vamos a pararlo?» Lochan y Maya de diecisiete años, siempre se han sentido más amigos que hermanos. Ante la incapacidad de una madre alcohólica y la ausencia de un padre que los abandonó, deben hacerse cargo de sus hermanos menores y esconder su situación a los servicios sociales. Esa responsabilidad les ha unido, tanto, que se han enamorado.Saben que su relación está mal y que no puede continuar, pero al mismo tiempono pueden controlar sus emociones y la atracción les domina. Su amor es un amor prohibido, y si alguien descubre su secreto, no habrá un final feliz para ellos.

Me va a resultar muy difícil reseñar esta novela, porque hacía mucho que no leía un libro juvenil contemporáneo que me atrapara tanto, pero voy a intentar ser lo más sincera posible y explicar por qué creo que Prohibido es una historia que merece ser leída. Para empezar, debo decir que la autora ha sabido justificar a la perfección el tema del incesto entre hermanos, y eso es lo que más me ha gustado de la novela, que no me haya hecho pensar en ningún momento que lo que los protagonistas están haciendo está mal, sino todo lo contrario.

Lochan y Maya son dos hermanos que viven en una situación muy complicada, con una madre alcohólica que ni siquiera pisa la casa, y tres hermanos pequeños a los que tienen que cuidar si no quieren que los servicios sociales se los lleven. Crecer en este ambiente ha hecho que estos dos hermanos se enamoren porque han tenido que vivir más como una pareja con una casa que llevar adelante y no como dos hermanos; no han tenido la posibilidad de disfrutar de su infancia y eso los ha impulsado a actuar como adultos desde muy jóvenes. Pero, tal y como lo explica Tabitha Suzuma, creo que el amor entre ellos podría haber nacido aunque su situación familiar no fuese tan desafortunada.

Esta novela me ha hecho pensar mucho en el tema del incesto entre hermanos, porque nunca me había detenido a reflexionar sobre ella y a formarme una opinión. Y sé que no tiene mucha cabida en esta reseña, pero he terminado por pensar que cualquier tipo de relación amorosa es válida siempre y cuando exista el sentimiento. Es difícil entenderla si se trata de dos hermanos, pero puede suceder, y en ese caso, ¿quién decide que esa relación no es igual de válida que la relación que puede nacer de dos personas que no son familia?

La novela, repito, justifica de manera clara el amor que nace entre Lochan y Maya y lo hace poco a poco. El libro va desarrollando los sentimientos que van creciendo en ellos de manera pausada, por lo tanto el amor no resulta brusco. Si la sinopsis no contase de qué va la trama, no nos extrañaría que se enamoraran llegado el momento porque es algo que se va preparando con cuidado desde el inicio de la historia. Con ello no quiero decir que sea lento; Prohibido no es una novela con acción, más bien con punto álgidos, que mantiene los acontecimientos en una línea constante de ritmo.

En cuanto a los personajes tengo que decir que no entiendo por qué ha habido gente que no ha logrado conectar con ellos, cuando yo creo que el intercambiar los capítulos entre los hermanos y narrar en primera persona ha sido la mejor opción a la hora de hacer que el lector llegue de veras a meterse en la cabeza de los protagonistas y empatizar con ellos. Vale, reconozco que tengo debilidad por los personajes sufridores como lo son Lochan y Maya, caracterizados como personas con una melancolía intrínseca, que no paran de encontrarse con obstáculos a los que no pueden hacer frente. Hay mucho drama en ellos, y es imposible no sentir un apego natural por su situación. 

Me gustan mucho este tipo de historias familiares, en las que las dificultades del día a día y la manera que los personajes tienen de superarles sirven por sí solas para crear conflicto en la trama, y además el ambiente en el que se desenvuelven (el instituto de un Londres invernal y lluvioso) me ha parecido un contexto idóneo para colocar la historia. Además, la novela no solo pivota en torno al tema del incesto, sino que también trata temas como la fobia social, la disfuncionalidad familiar o el alcoholismo.

Si hay algo que deba destacar como negativo, y que es la razón por la que no le doy la nota entera, es que hacia la mitad hay unos cuando capítulos algo reiterativos, cuando los protagonistas se debaten entre si seguir con la relación o dejarla porque puede ser perjudicial. Sobre todo me frustré con Lochan, que es un personaje que a mí me gusta mucho cómo está caracterizado, pero justo en ese momento no llegué a entender por qué se contradecía de esa manera. Entiendo que la autora tenía de alguna manera que construir ese conflicto, pero yo lo vi llevado un poco al extremo.

También se habla mucho del final, pero yo lo he visto correcto. Había muchas maneras de terminar la historia, aunque a mi parecer para realmente concluir con ella habría que hacer un epílogo con una elipsis de bastantes años, y no me parece congruente con el estilo de la novela. Lo que le pasa a los personajes no se aparta del tono de la historia, y eso es lo que yo he valorado, al optar la autora por un final acorde a los acontecimientos.

Por último, debo decir a su favor que no hay tapujos en las escenas subidas de tono, y eso es algo que se agradece porque el tema del sexo a veces se trata como un tabú en las novelas juveniles, y es algo que no comprendo. Puede parecer que Tabitha Suzuma en ciertos momentos se contenga al describir las escenas, pero luego en otras escribe con total naturalidad, y desde mi punto de vista lo hace muy bien, sin hiperbolizar las escenas, en su justa medida.

Prohibido transmite mucho y ha sido escrita con la conciencia e inteligencia necesarias para tratar un tema tan difícil como lo es el incesto entre hermanos. Para mí ha sido todo un descubrimiento, muestra una relación tan apasionante como la que podamos encontrar en cualquier libro juvenil, o incluso mejor porque está muy bien trabajada, desde la puesta en contexto, pasando por la justificación del conflicto hasta los personajes, perfectamente construidos. Una historia que emociona y hace reflexionar al lector a partes iguales.