sábado, 15 de agosto de 2015

La noche del cazador, Davis Grubb

Autor: Davis Grubb
Título original: The Night of the Hunter
Editorial: Anagrama
Páginas: 296
ISBN9788433969118
Son los duros años de la Depresión y Ben Harper, un padre de familia que un día se hartó de tanta miseria y asaltó un banco, espera en la cárcel a que lo ejecuten. Comparte celda con Harry Powell, conocido como el Predicador, un enigmático personaje detenido por un delito menor. Ben está casado con Willa y tiene dos hijos, John y Pearl. Los niños estaban con él cuando le detuvieron y saben dónde está el dinero del robo, pero han jurado no decirlo a nadie. Ben morirá en la horca y el Predicador, una vez cumplida su condena, llegará un día al pueblo donde malviven Willa y los pequeños John y Pearl... En 1955, Charles Laughton realizó la que sería su única película como director, La noche del cazador, ominosa y hermosísima. Pero en el origen de aquella película de culto estaba la espléndida novela de Davis Grubb, publicada en 1953.
Quizás os suene el título más bien por una famosa película, considerada hoy en día como un clásico del cine, más que por la novela en la que se basa. Lo mismo me sucedió a mí cuando vi por primera vez el filme, que ahora tengo como una de mis películas favoritas. No solo por el argumento, sino también por la magnífica dirección artística y de fotografía de la que presume, La noche del cazador, dirigida por Charles Laughton, es una obra de arte preciosísima. Así que cuando me enteré de que estaba basada en una novela, quise hacerme con ella en cuanto tuviese ocasión.

Debo reconocer que al leer el libro las imágenes de la película me venían irremediablemente a la cabeza, pero en este caso para mí ha sido un plus. Me ha sorprendido que la película sea una adaptación tan fiel de libro, y es que muchas escenas parecen trasladadas punto por punto a la pantalla. Eso es gracias a que Davis Grubb ha plagada a su historia de descripciones magníficas, desbordantes de un marcado expresionismo visual casi terrorífico. Esta historia, que no es más que una fábula muy bien contada, gana mucho gracias a la ambientación sureña y nocturna que el autor mantiene durante gran parte de la novela: luces y sombras se entrecruzan con los propios miedos de John, así como el personaje del Predicador, cuya figura se transforma en una aterradora presencia bajo el haz de luz de la luna. 

La noche del cazador está plagada de referencias a la Biblia constantes, tanto directa como indirectamente, puesto que los personajes se mueven por el sur de Estados Unidos de inicios de los años 30, cuando la población se vio sorprendida por una devastadora depresión económica.  Pero no por ello el libro carece de irónicas alegorías que nos recuerdan que cualquier enfebrecida obsesión (en este caso la del Predicador con la religión) nos puede llevar a la misma locura si no se trata con sentido y mesura.

Para destacar lo mejor del libro, me quedo con la constate idea que transmite el autor de que los niños son capaces de soportar todo y de salir adelante, vencer sus miedos y enfrentarse al horror. Los niños son fuertes y valientes, y la infancia es una época importante para cualquier persona, pues es en esta temprana edad donde somos más receptivos e influenciables. Si ya con la película la psicología de John me había parecido interesante y complicada, con la novela he corroborado que se trata de un personaje con muchos matices y del que se pueden sacar diversas interpretaciones.

Por último, señalar que me ha gustado más la segunda mitad del libro que la primera, que se me hizo un poco lenta y pesada, aunque no aburrida. Cuando el Predicador empieza su cacería, es realmente cuando la historia se vuelve realmente interesante. Os recomiendo encarecidamente la novela (y la película, por supuesto), si queréis adentraros en una fábula para adultos en la que podréis encontraros con una historia llena de capas y apreciaciones, con una trama de suspense de primera categoría.