-Autor: Charles Bukowski
En Mujeres, una de las más aclamadas novelas de Bukowski, su alter ego Henry Chinaski, el " viejo indecente ", un perdedor nato, se encuentra a los cincuenta años con una creciente reputación literaria, algún dinero en el banco y mujeres: montañas de mujeres. Se le ofrecen en los recitales de poesía, le escriben cartas procaces, le telefonean sin cesar. Y Chinaski las quiere todas, quiere desquitarse de su largos años de forzadas abstinencias. Y, a la vez, este gigantesco maratón sexual es un proceso de aprendizaje, de conocimiento, en el que Bukowski no escatima sarcásticas observaciones sobre sí mismo, y en el que en el machismo de textos anteriores queda seriamente erosionado. Todo ello unido a incontables borracheras: el alcohol en tanto que mecanismo que le permite seguir viviendo, a la par que le destruye. Bukowski parece sugerir que las alternativas -es decir, una carrera más respetable, literaria o la que fuere- son aún más deshumanizadas.
En Mujeres, Bukowski, a través de su alter ego Henry Chinaski, relata una etapa de su vida en la que se pasa el día acostándose con distintas mujeres y escribiendo lo justo para ganarse un dinero y hacer lecturas a lo largo y ancho del país.
Mujeres es el primer libro que leo de Bukowski, aunque ya había probado poemas sueltos, y la verdad es que ha sido una novela que me ha dejado bastante satisfecha, es decir, llevaba unas expectativas y una idea de cómo serían sus obras que se han cumplido por completo. Aún así hay algo que me dice que no es su mejor novela.
La trama del libro es simplemente Chinaski, un autor tardío ya entrado en los cincuenta, que justo en ese momento de su vida se ve asolado por la gran cantidad de mujeres que nunca tuvo: lo llaman por teléfono, le escriben cartas o se le insinúan durante las lecturas. A Chinaski le gustan las mujeres y quiere remediar los años que no pudo disfrutarlas, así que queda con toda ellas. Pero de la misma forma que vienen, se van.
Esta es una novela que de seguro puede hacer torcer el gesto a mucha gente por el tipo de relación que tiene Chinaski con las mujeres, ese ritual de llevarlas a su casa, beber, acostarse con ellas y así hasta que terminan por desaparecer de su vida. A mí sin embargo me parece que tiene una actitud muy sincera y directa con ellas, y además es un personaje que ha trabajado como un perro toda su vida, que vive en un barrio paupérrimo y que por lo tanto no tienes nada que reprocharle. Un alcohólico que no hace otra cosa más que emborracharse y aporrear la máquina de escribir, por mí bien.
Si hay algo que destacar de Bukowski es, por supuesto, su escritura, descarnada, muy limpia y ausente de florituras. Es una pluma que te hace pasar páginas sin que te des cuenta, muy descriptiva en el sentido de que solo muestra acciones, al estilo de Camus pero sin llegar a tal extremo, claro, porque Chinaski suelta comentarios y reflexiones que aportan humanidad al personaje a pesar de en ciertas ocasiones parece que Chinaski se mueve por inercia y sin motivaciones. Es cierto que, al haber tal cantidad de mujeres en la novela, llega un momento en que confundes unas con otras, y en realidad a partir de la mitad de la novela y exceptuando el personaje de Lydia, todas más o menos siguen un mismo itinerario. Se podría pensar que esto hace que el libro sea repetitivo y tedioso, y en parte sí es reiterativo, pero hay algo que te hace continuar con la lectura, que te mantiene hipnotizado ante una trama tan sencilla.
Desde mi punto de vista a Bukowski se le da mejor escribir poemas, pero Mujeres es una novela perfecta tanto para acercarse al estilo del autor como para adentrarse en la figura del propio escritor a través de Chinaski, que no es ni más ni menos que él mismo. Es un libro que superficialmente puede parecer plano, pero tampoco hay que ser muy listo para darse cuenta de que en realidad nos habla de muchos temas como el amor, la confianza, la soledad, el anhelo... A mí me ha gustado mucho esta novela y voy a intentar hacerme cuanto antes con más obras suyas.
La trama del libro es simplemente Chinaski, un autor tardío ya entrado en los cincuenta, que justo en ese momento de su vida se ve asolado por la gran cantidad de mujeres que nunca tuvo: lo llaman por teléfono, le escriben cartas o se le insinúan durante las lecturas. A Chinaski le gustan las mujeres y quiere remediar los años que no pudo disfrutarlas, así que queda con toda ellas. Pero de la misma forma que vienen, se van.
Esta es una novela que de seguro puede hacer torcer el gesto a mucha gente por el tipo de relación que tiene Chinaski con las mujeres, ese ritual de llevarlas a su casa, beber, acostarse con ellas y así hasta que terminan por desaparecer de su vida. A mí sin embargo me parece que tiene una actitud muy sincera y directa con ellas, y además es un personaje que ha trabajado como un perro toda su vida, que vive en un barrio paupérrimo y que por lo tanto no tienes nada que reprocharle. Un alcohólico que no hace otra cosa más que emborracharse y aporrear la máquina de escribir, por mí bien.
Si hay algo que destacar de Bukowski es, por supuesto, su escritura, descarnada, muy limpia y ausente de florituras. Es una pluma que te hace pasar páginas sin que te des cuenta, muy descriptiva en el sentido de que solo muestra acciones, al estilo de Camus pero sin llegar a tal extremo, claro, porque Chinaski suelta comentarios y reflexiones que aportan humanidad al personaje a pesar de en ciertas ocasiones parece que Chinaski se mueve por inercia y sin motivaciones. Es cierto que, al haber tal cantidad de mujeres en la novela, llega un momento en que confundes unas con otras, y en realidad a partir de la mitad de la novela y exceptuando el personaje de Lydia, todas más o menos siguen un mismo itinerario. Se podría pensar que esto hace que el libro sea repetitivo y tedioso, y en parte sí es reiterativo, pero hay algo que te hace continuar con la lectura, que te mantiene hipnotizado ante una trama tan sencilla.Desde mi punto de vista a Bukowski se le da mejor escribir poemas, pero Mujeres es una novela perfecta tanto para acercarse al estilo del autor como para adentrarse en la figura del propio escritor a través de Chinaski, que no es ni más ni menos que él mismo. Es un libro que superficialmente puede parecer plano, pero tampoco hay que ser muy listo para darse cuenta de que en realidad nos habla de muchos temas como el amor, la confianza, la soledad, el anhelo... A mí me ha gustado mucho esta novela y voy a intentar hacerme cuanto antes con más obras suyas.
Veredicto:
Para mí, una buena toma de contacto con Bukowski, es casi un auterretrato de la propia vida del autor, un relato certero, crudo.
Nota:
2 idea(s) :
Siempre me ha atraido leer el autor, aunque nunca me he atrevido, porque muchísimos clásicos me han decepcionado.
Te recomiendo "Factotum". En mi opinión, su mejor novela; aunque todas, a su manera, son estupendas. Sus poemas también son excepcionales. Pero por encima de todo esto, yo destacaría sus libros de relatos. Creo que es en este formato donde el autor alcanzó su mayor dimensión.
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