-Autor: J.D. Salinger
Por expreso deseo del autor, no está permitido que la editorial aporte en su material promocional ningún tipo de texto adicional, información biográfica, cita o reseña relacionados con esta obra.
Tras mi decepción con Levantad, carpinteros... no sabía qué iba a encontrarme en este recopilatorio. Nueve cuentos es el cuarto y último libro publicado por Salinger hasta la fecha en España (por algunas noticias que he leído se van a editar más cuentos en estos años) y me ha gustado muchísimo, para mi contento. En estos nueve relatos se nos narran pequeñas historias de distintos personajes, algunos pertenecientes a la recurrente familia Glass (aunque no son estes, a mi parecer, los mejores cuentos) y los demás totalmente aleatorios.
Si hay algo que he repetido varias veces en las reseñas de los libros de Salinger es el hecho de que el tío se enrolla como las persianas, que de un pedacito te crea un mundo y que hay demasiada paja en sus historias; cosa que, por otro lado, es una marca de la casa y que a mí me gusta y disgusta a partes iguales. Desde mi punto de vista, Salinger se desenvuelve mejor con historias cortas por este mismo motivo: no da tanta cabida a la verborrea vacía de sentido. En algún que otro cuento deja traslucir esta característica pero al tratarse de historias más cortas, se limita.
Me he dado cuenta también de que Salinger tiene inclinación por los niños o adolescentes, siempre muy inteligentes, quizás demasiado inteligentes para su edad, desarraigados del mundo que los rodea y totalmente ajenos a la burbuja de los adultos. Es por eso que, incluso en las historias en las que un adulto es el protagonista, aparecen niños de por medio o se recuerda la infancia. Se decía de Salinger que era un misántropo, pero yo creo que solo detestaba a los adultos.
De los nueve cuentos destacaría El tío Wiggily en Connecticut, Justo antes de la guerra con los esquimales o Linda boquita y verdes mis ojos. En conjunto me han gustado todos mucho, y se trata de un libro que ejemplifica a la perfección el estilo de Salinger, las características que desarrolla en sus otras novelas y, en definitiva, un libro imprescindible para los adeptos al autor.
Si hay algo que he repetido varias veces en las reseñas de los libros de Salinger es el hecho de que el tío se enrolla como las persianas, que de un pedacito te crea un mundo y que hay demasiada paja en sus historias; cosa que, por otro lado, es una marca de la casa y que a mí me gusta y disgusta a partes iguales. Desde mi punto de vista, Salinger se desenvuelve mejor con historias cortas por este mismo motivo: no da tanta cabida a la verborrea vacía de sentido. En algún que otro cuento deja traslucir esta característica pero al tratarse de historias más cortas, se limita. Me he dado cuenta también de que Salinger tiene inclinación por los niños o adolescentes, siempre muy inteligentes, quizás demasiado inteligentes para su edad, desarraigados del mundo que los rodea y totalmente ajenos a la burbuja de los adultos. Es por eso que, incluso en las historias en las que un adulto es el protagonista, aparecen niños de por medio o se recuerda la infancia. Se decía de Salinger que era un misántropo, pero yo creo que solo detestaba a los adultos.
De los nueve cuentos destacaría El tío Wiggily en Connecticut, Justo antes de la guerra con los esquimales o Linda boquita y verdes mis ojos. En conjunto me han gustado todos mucho, y se trata de un libro que ejemplifica a la perfección el estilo de Salinger, las características que desarrolla en sus otras novelas y, en definitiva, un libro imprescindible para los adeptos al autor.
Veredicto:
Nueve cuentos recoge el alma misma de las características literarias de Salinger.
Nota:
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