Medea, Eurípides

Autor: Eurípides

Título original: Medea

Editorial: Penguin Clásicos

Páginas: 152

ISBN: 9788491050407

La más importante de las obras de Eurípides y uno de los trabajos que mejor representan su concepción de lo trágico, muy distinta a la de Sófocles y Esquilo. Jasón no solo regresó de la Cólquide con el vellocino de oro, sino que también sedujo a la hija del rey Eetes, Medea. A su vuelta a Yolco, hallan un escenario de traición familiar del que huyen dejando un rastro carmesí. Cuando recalen en Corinto, Medea desplegará una pavorosa venganza contra Jasón al descubrir que pretende a la hija del rey Creonte. Este imperecedero personaje femenino recoge las leyendas que veían a la hechicera como una mujer exótica y salvaje que, por amor, despierta el lado atroz de lo humano. Sus coetáneos decían que Eurípides prefería representar «las cosas como son y no como debieran», y ello quizá sea lo que nos sigue atrayendo de esta princesa extranjera: su cruda realidad, su repulsión natural hacia el perjurio, su asimilación negada, su temible ira, su compromiso con la sangre.

Cabría esperar que, tras el atracón incesante de obras de teatro que estoy leyendo últimamente, Medea no me iba a gustar. Pues la sorpresa fue doble cuando me encontré con que no solo me estaba gustando, sino que hasta me había enganchado a la lectura. Cierto es que se trata de una lectura que se hace en un par de horas, pero no esperaba que una obra como esta me mantuviese tan pegado a la lectura.

Con la historia de Medea se confirma mi opinión acerca de que todo está en los clásicos griegos. En esta ocasión nos encontramos ante una tragedia que, desde mi punto de vista, rompe moldes en tanto que presenta a un personaje femenino en el papel protagonista. Medea es una mujer que se siente utilizada y decide vengarse contra su marido, aunque ello suponga actuar en contra de su propio provecho.

La fuerza y determinación de esta mujer me han parecido descorazonadoras. Por supuesto, pienso que sus actos rozan la locura por lo descabellado de sus consecuencias, y me parece muy interesante la manera en la que se exponen las razones de Medea para vengarse en contraposición con lo ridículo y mezquino de sus planes. La verdad es que la lectura crea un conflicto entre ponerse o no del lado de Medea, pues aunque se puede llegar a entender el motivo por el cuál toma semejante decisión, el resultado no beneficia a ninguna de las partes.

Es una obra que trata temas bastante crudos y me ha sorprendido lo mucho que podemos seguir sacando de ella pese a estar escrita en el siglo V a.C. Medea es una mujer extraordinaria y los valores de fuerza, determinación y sabiduría que transmite están más a la orden del día que muchas de las representaciones femeninas que nos podemos encontrar en la literatura actual.