Autor: Janne TellerTítulo original: IntetEditorial: Seix BarralPáginas: 160ISBN: 9788432296963
El primer día de clase Pierre Anthon abandona el aula y decide no volver nunca más a la escuela. Ha descubierto que nada importa y a partir de este momento se dispone a vivir de manera consecuente con este hallazgo. Se sube a un ciruelo y desde allí declama a gritos las razones por las que nada importa. Sus compañeros, desmoralizados por sus proclamas, deciden convencerlo y autoconvencerse de que se equivoca y para conseguirlo deciden reunir objetos que simbolicen todo aquello que da valor a la existencia humana y así crear un montón de significado. Poco a poco este proyecto se va convirtiendo en un juego peligroso que les va pervirtiendo moralmente y que les lleva a arriesgar parte de sí mismos y de todo aquello da sentido a sus vidas presentes y futuras.
Hace ya un tiempo que se viene hablando de este libro, sobre todo por la comunidad bloguera y de booktube, y me picó muchísimo la curiosidad de leerlo porque estoy en una etapa en la que me interesan mucho estas historias juveniles contemporáneas que se adentran en temas controvertidos y hacen reflexionar.
Nada está narrado desde el punto de vista de Agnes, una chica de unos catorce años que queda impactada, al igual que sus compañeros de clase, por la decisión de uno de los alumnos, Pierre Anthon, que ha decidido dejar la escuela y subirse a un ciruelo porque dice haber conocido la verdad de existencia de la vida; y esta verdad no es nada más que la pérdida de todo significado, una existencia donde nada importa y por lo tanto nada tiene sentido. Agnes y sus amigos se niegan a aceptar esta visión tan pesimista de la vida y deciden demostrarle a Pierre Anthon que hay significado en la vida, y para tal tarea deciden recolectar cosas que para ellos tengan valor e importancia.
No voy a negar que esta novela trata temas interesantísimos (el fundamentalismo, la búsqueda de la existencia, el materialismo, la crueldad humana...), y que Janne Teller realmente no tiene pelos en la lengua al poner las cartas sobre la mesa. Nada se retuerce hasta volverse un cuento macabro y llegar a los límites tanto de los protagonistas como de la propia trama. Lo que me ha fallado a mí ha sido la impersonalidad de la narración, que dista mucho de la profundidad que a mí me gusta leer en este tipo de historias. Los personajes no llegan a plantearse seriamente las consecuencias de sus actos, y valga la redundancia, no actúan como adolescentes de su edad.
Partiendo de la base de que la historia me parece bastante imposible que se diese en la realidad, y que por lo tanto nos encontramos en una ciudad, Taering (Dinamarca), imaginaria, la plausibilidad de muchos otros aspectos de la novela me ha chocado demasiado con lo improbable de otros, empezando, como he señalado antes, por las reacciones de los chavales, o simplemente el hecho de que Pierre Anthon sea capaz de llegar a tal reflexión.
A mí no me ha impactado tanto como a la mayoría de los lectores que se han adentrado en esta novela, pero reconozco que tiene una funcionalidad muy buena sobre todo para los adolescentes, que pueden encontrar en ella temas controvertidos y que por supuesto les harán pensar. Para mí, a veces la cuestión se basaba más en un una antítesis que pone en contraste los términos nada y significado cuando se expresa ese "Nada importa". Así que, resumiendo, lo recomiendo porque me ha parecido original, se lee muy rápido y tiene puntos bastante interesantes, pero no creo que sea un libro tan espectacular como muchos señalan.
Nada está narrado desde el punto de vista de Agnes, una chica de unos catorce años que queda impactada, al igual que sus compañeros de clase, por la decisión de uno de los alumnos, Pierre Anthon, que ha decidido dejar la escuela y subirse a un ciruelo porque dice haber conocido la verdad de existencia de la vida; y esta verdad no es nada más que la pérdida de todo significado, una existencia donde nada importa y por lo tanto nada tiene sentido. Agnes y sus amigos se niegan a aceptar esta visión tan pesimista de la vida y deciden demostrarle a Pierre Anthon que hay significado en la vida, y para tal tarea deciden recolectar cosas que para ellos tengan valor e importancia.
No voy a negar que esta novela trata temas interesantísimos (el fundamentalismo, la búsqueda de la existencia, el materialismo, la crueldad humana...), y que Janne Teller realmente no tiene pelos en la lengua al poner las cartas sobre la mesa. Nada se retuerce hasta volverse un cuento macabro y llegar a los límites tanto de los protagonistas como de la propia trama. Lo que me ha fallado a mí ha sido la impersonalidad de la narración, que dista mucho de la profundidad que a mí me gusta leer en este tipo de historias. Los personajes no llegan a plantearse seriamente las consecuencias de sus actos, y valga la redundancia, no actúan como adolescentes de su edad.
Partiendo de la base de que la historia me parece bastante imposible que se diese en la realidad, y que por lo tanto nos encontramos en una ciudad, Taering (Dinamarca), imaginaria, la plausibilidad de muchos otros aspectos de la novela me ha chocado demasiado con lo improbable de otros, empezando, como he señalado antes, por las reacciones de los chavales, o simplemente el hecho de que Pierre Anthon sea capaz de llegar a tal reflexión.
A mí no me ha impactado tanto como a la mayoría de los lectores que se han adentrado en esta novela, pero reconozco que tiene una funcionalidad muy buena sobre todo para los adolescentes, que pueden encontrar en ella temas controvertidos y que por supuesto les harán pensar. Para mí, a veces la cuestión se basaba más en un una antítesis que pone en contraste los términos nada y significado cuando se expresa ese "Nada importa". Así que, resumiendo, lo recomiendo porque me ha parecido original, se lee muy rápido y tiene puntos bastante interesantes, pero no creo que sea un libro tan espectacular como muchos señalan.
0 idea(s) :
Deja un comentario