sábado, 19 de marzo de 2011

Firmin, Sam Savage


-Autor: Sam Savage

-Título original: Firmin:  Adventures of a Metropolitan Lowlife

-Editorial: Seix Barral

-Páginas: 224

-ISBN978-84-322-2824-7




Sinopsis:

Nacido en el sótano de una librería en el Boston de los años 60, Firmin aprende a leer devorando las páginas de un libro. Pero una rata culta es una rata solitaria. Marginada por su familia, busca la amistad de su héroe, el librero, y de un escritor fracasado. A medida que Firmin perfecciona un hambre insaciable por los libros, su emoción y sus miedos se vuelven humanos. 

Original, brillante y llena de alegorías, Firmin derrocha humor y tristeza, encanto y añoranza por un mundo que entiende el poder redentor de la literatura, un mundo que se desvanece dejando atrás una rata con un alma creativa, una amistad excepcional y una librería desordenada.



Cierto día, una rata decide adentrarse en el sótano de una librería para tener a sus retoños. Uno de ellos será Firmin, delgaducha criatura de escuálida composición en comparación con sus hermanos. La lucha por la comida (en este caso de la leche de su madre) le hará buscar una fuente alimenticia por otro medio.

Así es como Firmin empieza a devorar cualquier libro que encuentra por el sótano; hasta que su madre decide marcharse y, con ella, sus hermanos, en busca de comida en el exterior. Pero Firmin decide quedarse sólo en aquella librería.

A través de una grieta Firmin llegará hasta la librería, lo que para él será el paraíso. Y no por verla como un suculento manjar. No, porque Firmin ha pasado de devorar literalmente los libros a aprender a leerlos, y con ello, a amarlos.

Un apunte: cuando os encontréis en el ecuador de vuestras vidas, o cuando creáis que es conveniente en vuestra montaña de libros leídos, acoged a Firmin con los brazos abiertos y disfrutadlo. Esta es la historia de una rata que adoró los libros y soñó con ser algo más que un roedor. Sufridor y melancólico, algo pervertido y visionario, Firmin siempre tiene esperanzas, pero la realidad es otra. No siempre los humanos somos buenas personas, y eso es algo con lo que Firmin se topará de bruces. 

Hasta entonces, y también después, por los ojos de Firmin pasarán libros desde Flaubert a Tólstoi, desde un panfleto de viajes a la más intrínseca psicología. Sin apenas diálogos, su autor pincela de manera casi magistral una historia de aparente poco enganche. Y quizás sea eso, la genial manera de relatar la vida de una rata, lo que hace de Firmin una lectura casi obligada. Parece mentira que este animalejo pueda tener más personalidad y humanidad que cualquier otra persona. 

Nuestro protagonista desenvuelve un amor inmenso hacia el librero, Norman, al que llega a etiquetar como la primera persona que Firmin amó, personaje al que sólo conocemos a través de Firmin, lo que hará que también suframos sus desengaños y decepciones. Otro punto más al libro: estar contado en primera persona. Gracias a esto, nos sentiremos más identificados con Firmin, padeceremos sus depresiones y nos reiremos con su sutil humor.

Y digo que lo leáis en mitad de vuestra vida porque seguramente haréis buen uso de las referencias literarias que se dan en el libro, y seguramente tengáis más experiencia en la vida para sentiros más cercanos a Firmin. Yo me he perdido un poco esta parte, pero eso no quita que no haya podido disfrutarlo de igual modo, porque lo que Firmin nos lanza es un mensaje de amor a la lectura y una visión trágica de la humanidad con la que todos nos podemos sentir algo identificados. Se nota que su autor es profesor de filosofía.

Firmin es de esos libros que luego, al cerrarlo por última vez, necesitas compartirlo con alguien para no sentir que sí, se acabó, no hay más. 

Veredicto:

Firmin es la alegoría que recoge el amor por la lectura, libro excepcional de clases de humanismo representado en la figura de una rata con alma de persona.

Nota:




P.D.: Tengo el ordenador por tiempo indefinido. A saber cuándo me lo vuelven a quitar... Hasta entonces, a leer se ha dicho :)

1 idea(s) :

El Drac dijo...

Me ha impresionado las buenas referencias que haces al libro, de inmediato voy a buscarlo para ver si aprendo algo.Un abrazo