domingo, 19 de febrero de 2012

[Librología aplicada] El prototipo chica

Hace tiempo ya que escribí la primera entrada de esta nueva sección, y hoy me he levantado inspirada para continuarla. Esta vez voy a hablaros del perfil que toma un personaje principal cuando es chica. Recordad que lo que digo no es dogma, y que seguramente me equivoque en muchos aspectos, pero tened en cuenta que es un vistazo general, y que no por ello hay que meter en el saco a todos los libros juveniles que leemos. Dicho esto, doy paso a la sección.

                                                                                           El prototipo chica                                                                                       

¿Cuántas veces nos ha pasado que estamos leyendo un libro y la protagonista nos cae tan mal que su lectura resulta insoportable? No hay originalidad en las personalidades; todas las chicas son una burda copia de otras, con caracteres prefabricados. Pues bien, a modo de resumen os traigo los distintos modos que tiene la protagonista femenina de mostrarse en un libro juvenil.

Perfil A: el modelo Bella y sus variantes: maldito el día en que Crepúsculo se tomó como libro de cabecera para las novelas dirigidas a chicas de entre 13 y 17 años. Bella no era del agrado de muchos, eso está claro, pero su influencia ha sido crucial para crear un perfil determinante que recoge los siguientes aspectos:


1. ¡Novata!: no pasa en todos los libros, pero es bastante común encontrarnos con que la historia comienza con la mudanza de la protagonista a un nuevo lugar, y por consiguiente, a un nuevo instituto. 


2. Soy patosa de los pies a la cabeza..: la chica en cuestión debe ser algo despistada, no enterarse del horario y tropezar con cualquier brisa que pase a ras de suelo. 


3. ... y antisocial: eso de ser la nueva en el instituto no es fácil, y todos sabemos que los primeros días son complicados para hacer amigos, pero el prototipo Bella lleva al extremo esta característica y coloca a la protagonista con solo un par de amistades, los cuales tienen que ser superficiales y de relleno. Y lo que es más, no hay menciones de antiguos compañeros, ¿para qué?. El caso es que si la chica no se ha cambiado de instituto, el perfil es el mismo: tiene amigos, pero para contarlos sobran más de la mitad de los dedos de una mano.
Me llamo Bella Swan y soy algo repelente.


4. El espejo me odia: ya,ya... pero seguro que su reflejo muestra a una muchacha no muy alta, delgada pero no flaca, blanquita de piel y con el pelo castaño o moreno. Ella se ve como una masa deforme, pero lo cierto es que es todo lo contrario.

5. Creo que me enamorado: el chico más guapo del instituto, por el que todas andan loquitas, siempre (esto es importante: SIEMPRE) se termina enamorando de la protagonista. Y la verdad es que uno no puede más que ver ese hecho como algo incoherente, puesto que, si tomamos como referencia los puntos anteriores, se supone que ella es algo feílla y poco amigable. El chico es impenetrable para las demás menos para la chicaBella, que se siente atraída hacia él a la primera, aunque en un principio parezca ser un poco peligroso (que luego es un trozo de pan). Estaría muy mal verla saliendo con alguien con granos en la cara, mon dieu. ¡Ah! Y que no se os olvide: es la primera vez que la protagonista sale con alguien.


6. Sobrenatural por todas partes: o bien la chica descubre que tiene un poder especial, o bien es el chico el responsable de que se desate un caos entre criaturas fantásticas y los humanos. Bah, lógico y normal. Y aún por encima, todo lo que ocurra es por culpa de ella. Mecháchis.

A mí me quieren más que a la sosaina de arriba.
Cosas que pasan.

Perfil B: chica de armas tomar: es menos común, pero aparece de vez en cuando, y el escenario por el que se mueve nos recuerda a tiempos remotos, reinados y luchas entre distintos bandos, y se viste así:

1. Sé cuidarme por mí misma: la chica, debido a que le ha tocado vivir en ese tipo de sociedad, ha tenido que arreglárselas desde pequeñita bastante por su cuenta. Es algo ruda, pero cariñosa y protectora con su familia.

2. La libertad guiando al pueblo: pues sí, en el mundo en el que vive se ha librado una batalla, de la cual ella formará parte en primera instancia. Es que la chica sabe pelear...

3. Magia: es típico en este tipo de ambientaciones que los hechizos, conjuros y poderes de todo tipo se muevan por doquier, y la protagonista es la protagonista porque posee algo que la distingue de los demás, y que determinará el futuro de muchos.


Perfil C: el personaje verosímil: suelen ser libros autoconclusivos con una protagonista que se mueve entre:


1. Por una vez, soy normal: sí, y da gracias por existir, que como tú no abundan muchas. Los libros con este tipo de protagonista se desarrollan con total naturalidad y credibilidad, pues la chica simplemente vive su día a día, con sus más y sus menos, y por supuesto, sucederá algo que cambie el ritmo monótono de su vida. 


2. ¿Popular o chica invisible?: las hay que son las envidiadas por todo el instituto, pero que al final terminan por darse cuenta de que hay cosas más importante que estar guapa y ser la reina del baile de otoño. Las otras, por su parte, se incluyen más bien en los libros enfocados a temas delicados (véase la automutilación, la anorexia, los problemas familiares...). 

3. Algo extraño: las hay que son chicas normales como tú y como yo que, sin embargo, se ven envueltas en situaciones relacionadas con lo fantástico. Esas molan.

Pues bien, este es básicamente el panorama de las féminas en la literatura juvenil. O así es como lo veo yo, pues libro que abro, y protagonista que encasillo directamente en uno de estos perfiles.

Actualmente está empezando a crecer el número de libros que muestran mezclas entre los distintos modelos de protagonista debido al auge de las distopías, que para empezar comienzan por separarnos del entorno estudiantil al que nos tenían acnstumbrados y situarse en sociedades futuras en las que no todo es perfecto y nada termina con un y vivieron felices.

Pero hasta hace un año más o menos, y aún ahora, el prototipo que más abunda es el número uno. Eso no es algo malo, siempre y cuando se les dé profundidad a los personajes y se les otorgue alguna característica que distinga a la protagonista de las otras, algo así como una marca de la casa; que los autores se den cuenta de que no necesitan copiar modelos para vender más, porque al final los lectores nos terminamos cansando de tanta redundancia.

¡Hasta la próxima!

6 idea(s) :

Ayelén dijo...

La verdad espectacular!!!. Me encanto como lo escribiste, a mi la verdad las chicas a lo Bella me aburren y eso que no he leido mucho libros donde aparezcan estas chicas. Yo prefiero las chicas del tipo 2, y las del tipo 3 tambien son buenas pero nosiempre sino para refrescarse diria yo. Muuy buena entrada!. Besoote1

Estefanía dijo...

Me ha encantado, en serio. ¡Que pedazo de entrada! Todo lo que dice es muy cierto. Es verdad que el primer prototipo es el que más abunda, pero con esto de las distopías, las del segundo tipo también están aumentando. Espero que siga así, porque ¡son mis preferidas!
Besos :3

Eva dijo...

Que buena entrada, mui bien explicado! : )
Odio a las protagonistas tipo A y por desgracia como tu dices, son las que más abundan! yo deje de leer literatura juvenil porque tenia la sensación de estar leyendo "copias".
te sigo!
un beso

tyess dijo...

Una entrada muy interesante, tiene mucha lógica y todo. Me hizo pensar un poco.
Debo estarme moviendo entre gente muy parecida, porque es evidente que la protagonista tipo A es la que vende, pero yo no conozco a nadie que la soporte. No recuerdo haber leído demasiado a la tipo C... ¿Quizá en "La última canción"? Pero, la verdad, mi modelo favorito es la nada común mezcla entre B y C.

Sara Grey. dijo...

jajaja muy bueno, creo que le has dado en el clavo con todas las definiciones! :P

te sigo, cuidate! :)

Anónimo dijo...

Cuando sera que los clones de bella desapareceran!