miércoles, 7 de marzo de 2012

Si te comes un limón sin hacer muecas, Sergi Pàmies



-Autor: Sergi Pàmies


-Título original: Si menges una llimona sense fer ganyotes


-Editorial: Anagrama


-Páginas: 136


-ISBN 978-84-206-3411-1


Sinopsis:

Los veinte cuentos de Si te comes un limón sin hacer muecas combinan situaciones cotidianas y fantásticas que profundizan en emociones comunes con las que resulta fácil identificarse. El amor no correspondido, la desconfianza, las dependencias familiares, el exceso de soledad o de compañía y los deseos insatisfechos son algunos de los elementos que caracterizan este libro. Con una mirada irónica, incisiva y contenida, Sergi Pàmies retrata las servidumbres de unos personajes vulnerables, esclavos de unas circunstancias que, al igual que los limones, tienen el contradictorio poder de ser ácidas y refrescantes al mismo tiempo.


Permitídme que esta vez no haga una pequeña sinopsis personal del libro, pero es que sería una tontería: veinte cuentos, cada uno con sus singularidades, recogidos bajo un título cuanto menos, original. Tengo que reconocerlo, aunque algunos son mejores que otros, sólo unos pocos me han llegado a convencer. De hecho, el prólogo de Enrique Vila-Matas me pareció exquisito en comparación, y debió de ser eso, no lo sé, lo que puso mis expectativas tan altas como para luego darme el batacazo.

Este libro llegó a mí por casualidad, y al ser tan pequeñito y tratarse de nada más que relatos, lo acogí con ganas el poco tiempo que me llevó leerlo. El principal fallo que veo yo en estas microhistorias es que tratan temas tan cotidianos y banales que al final resultan aburridos. Al limón no se le puede sacar más jugo, y por mucho que el escritor hinque el diente hasta lo hondo, no es más que un rodeo que no llega a ninguna parte. Un cuento no pide explicaciones del antes ni deja con ganas del después; en mi opinión, estos cuentos de Pàmies ni empiezan ni acaban, sino que te guían por un sinfín de sucesos que no llevan a ningún lado. Es como si el autor intentara buscarle la profundidad a cualquier ínfima cosa y no alcanzara a conseguirlo.

Otra cosa que he de destacar en contra es que todos los relatos (menos aquellos que se enfundan en metáforas) están narrados por personajes masculinos, y muchas tramas giran en torno a la labor del escritor. Pues bien, no me ha quedado claro si estos cuentos son una retrospectiva interior del autor y se ha puesto aquí a soltar sus fantasmas mentales, o no es más que un sutil truco.

Si es verdad que la mayoría de los cuentos son bastante sosos, hay un par de ellos que son absolutamente geniales. Lo bueno de Pàmies es que de la nada hace un mundo. La escritura es exquisita, deliciosa, y le da diez mil y una patadas a lo previamente establecido en este género: esa manera de involucrar al lector a través de las diferentes formas que toma la voz del narrador es sorprendente. Hace del uso del tiempo un juego para niños, y a pesar de ser un libro tan accesible, subyace en él una estructura tremendamente compleja. 

Que Pàmies construye bien no se me ha escapado, y deja más de una reflexión entre sus líneas. Ahora bien, pongo en entredicho que los elementos con los erige sus historias sean los adecuados para tan tremenda pluma.

Veredicto:

Demasiado agrio para mi gusto, este limón con buen caparazón pero poco sabor.

Nota:




Páginas:
Ficha y otros libros del autor en Anagrama

2 idea(s) :

El Drac dijo...

Bueno pero yo lo leería para aprender de su pluma, ya que dices que es genial.

Un abrazo

Victoria dijo...

Bueno,pues no me ha llamado mucho la atención la verdad.
¡Un besote! ^^