Autor: Julio CortázarEditorial: Punto de LecturaPáginas: 711ISBN: 9788466304634
El amor turbulento de Oliveira y La Maga, los amigos del Club de la Serpiente, las caminatas por Paría en busca del cielo y el infierno tienen su reverso en la aventura simétrica de Oliveira, Talira y Traveler en un Buenos Aires teñido por el recuerdo.
Se me va a hacer muy complicado hablar de Rayuela, pero voy a intentar ser lo más sincera posible y transmitiros de la manera más honesta lo que me ha parecido este clásico de la literatura hispanoamericana. Como muchos sabréis, uno de los motivos por los que esta "novela" (ya que no es fácil describir Rayuela como una novela) es tan particular, es por el modo en el que están dispuestos los capítulos. Cada uno pertenece como a diferentes bloques del libro, y pueden ser prescindibles o no dependiendo de la manera en la que queramos leer la historia, que no tiene por qué ser lineal.
El modo en el que yo he leído el libro ha sido de la manera tradicional, es decir, saltando de un capítulo a otro y entrelazando todos los bloques del libro, pero aunque me hubiese ahorrado leer ciertos pasajes, me habría leído el libro de manera válida igualmente, pues esto es algo que el autor señaló en su momento, que no hay una sola manera de leer Rayuela y, por lo tanto, tampoco hay una sola manera de interpretarla. De hecho, el libro tiene unos capítulos dedicados a los escritos de un tal Morelli, un autor ficticio que actúa como alter ego de Cortázar, y en el que se tratan sobre todo los temas relacionados con la omnipotencia del autor de sobre sus personajes, la linealidad del tiempo y, por ende, el hecho de que exista solamente un modo de acercarnos a una lectura y comprenderla.
La "historia" trata Horacio Oliveira, un argentino emigrado en París que se pasa los días divagando con su grupo de amigos acerca de filosofía, música y libros. En este aspecto, Rayuela me ha recordado a la generación beat y a su gusto por el jazz que luego trasladaban de manera similar a su estilo narrativo, con largas divagaciones y sin que hubiese un objetivo claro en su escritura. Algo similar sucede con Cortázar, a quien no le importa irse por las ramas y hablar de esto y de aquello alejándose de la acción principal. Es por eso que la lectura puede hacerse tediosa en ocasiones y hasta pedante. En cuanto a esto, tengo que destacar que el personaje de Lucía (o la Maga) me ha parecido que a veces estaba maltratado, y que era un personaje femenino al que no se le había prestado la suficiente atención. Lucía se siente fuera de lugar en este grupo porque no comprende las conversaciones de sus amigos, y éstos hasta se llegan a enfadar con ella por esto, aunque siempre terminan por aceptarla pero haciéndola sentir mal.
En este aspecto creo que el trato y los comentarios que se hacen sobre los personajes femeninos a veces resulta bastante misógino, y eso ha hecho que no llegase a conectar por completo con Oliveira, que me parece arrogante y presuntuoso. En lo único en lo que me sentía identificada con él era en los momentos en los que me hacía reflexionar sobre temas tan universales como el amor, el tiempo o la muerte, pero en ningún momento sentí que una conexión con él como para que me guiase de manera más llevadera durante el libro.
Aún así, lo importante de Rayuela no es tanto la historia sino cómo se nos cuenta. Personalmente, creo que es necesario leerse los capítulos "prescindibles" porque en ellos se encuentran las claves de la escritura de Cortázar, y son de hecho la esencia de la misma. No es una lectura sencilla ni ligera, y por supuesto no para todo el mundo, pero seguro que si os decidís a leerla no os va a dejar indiferentes.
El modo en el que yo he leído el libro ha sido de la manera tradicional, es decir, saltando de un capítulo a otro y entrelazando todos los bloques del libro, pero aunque me hubiese ahorrado leer ciertos pasajes, me habría leído el libro de manera válida igualmente, pues esto es algo que el autor señaló en su momento, que no hay una sola manera de leer Rayuela y, por lo tanto, tampoco hay una sola manera de interpretarla. De hecho, el libro tiene unos capítulos dedicados a los escritos de un tal Morelli, un autor ficticio que actúa como alter ego de Cortázar, y en el que se tratan sobre todo los temas relacionados con la omnipotencia del autor de sobre sus personajes, la linealidad del tiempo y, por ende, el hecho de que exista solamente un modo de acercarnos a una lectura y comprenderla.
La "historia" trata Horacio Oliveira, un argentino emigrado en París que se pasa los días divagando con su grupo de amigos acerca de filosofía, música y libros. En este aspecto, Rayuela me ha recordado a la generación beat y a su gusto por el jazz que luego trasladaban de manera similar a su estilo narrativo, con largas divagaciones y sin que hubiese un objetivo claro en su escritura. Algo similar sucede con Cortázar, a quien no le importa irse por las ramas y hablar de esto y de aquello alejándose de la acción principal. Es por eso que la lectura puede hacerse tediosa en ocasiones y hasta pedante. En cuanto a esto, tengo que destacar que el personaje de Lucía (o la Maga) me ha parecido que a veces estaba maltratado, y que era un personaje femenino al que no se le había prestado la suficiente atención. Lucía se siente fuera de lugar en este grupo porque no comprende las conversaciones de sus amigos, y éstos hasta se llegan a enfadar con ella por esto, aunque siempre terminan por aceptarla pero haciéndola sentir mal.
En este aspecto creo que el trato y los comentarios que se hacen sobre los personajes femeninos a veces resulta bastante misógino, y eso ha hecho que no llegase a conectar por completo con Oliveira, que me parece arrogante y presuntuoso. En lo único en lo que me sentía identificada con él era en los momentos en los que me hacía reflexionar sobre temas tan universales como el amor, el tiempo o la muerte, pero en ningún momento sentí que una conexión con él como para que me guiase de manera más llevadera durante el libro.
Aún así, lo importante de Rayuela no es tanto la historia sino cómo se nos cuenta. Personalmente, creo que es necesario leerse los capítulos "prescindibles" porque en ellos se encuentran las claves de la escritura de Cortázar, y son de hecho la esencia de la misma. No es una lectura sencilla ni ligera, y por supuesto no para todo el mundo, pero seguro que si os decidís a leerla no os va a dejar indiferentes.
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