sábado, 8 de septiembre de 2012

Lolita, Vladimir Nabokov

-Autor: Vladimir Nabokov

-Título original: Lolita

-Editorial: Anagrama

-Páginas 352

-ISBN 978-84-339-7085-5
La historia de la obsesión de Humbert Humbert, un profesor cuarentón, por la doceañera Lolita es una extraordinaria novela de amor en la que intervienen dos componentes explosivos: la atracción «perversa» por las nínfulas y el incesto. Un itinerario a través de la locura y la muerte, que desemboca en una estilizadísima violencia, narrado, a la vez con autoironía y lirismo desenfrenado, por el propio Humbert Humbert. "Lolita" es también un retrato ácido y visionario de los Estados Unidos, de los horrores suburbanos y de la cultura del plástico y del motel. En resumen, una exhibición deslumbrante de talento y humor a cargo de un escritor que confesó que le hubiera encantado filmar los pic-nics de Lewis Carrol.
Humbert es un profesor parisino que, por recomendación de un amigo, decide tomarse unas vacaciones en los Estados Unidos, concretamente en un pueblecito llamado Ramsdale. Todo sería fácil y sencillo si Humbert no fuera un pedófilo, enamorado de niñas de doce años y encandilado por sus pequeños cuerpos. Y es que la casita en la que se va a hospedar está habitada por una madre viuda y... una encantadora niña llamada Dolores.

Dolores, Dolly, Lola, Lolita. Para Humbert todo cobra un nuevo sentido, y sus acciones estarán condicionadas por un único objetivo: poder amar a Lolita. Y así es como Humbert decide casarse con Charlotte, la madre de la niña, para poder estar a su lado. Lo que comenzó como un capricho se convierte en una relación obsesiva con la chiquilla que lo llevará a cometer los actos más imprevisibles y alocados. 

      Opinión Personal      

No creo que pueda ni tenga la capacidad de reseñar una novela como Lolita. Yo, quizás, no soy la persona más adecuada para criticar este libro. No entiendo ni de literatura, ni de recursos lingüísticos, ni de retórica. Solo sé que me gusta leer, y que en mis manos ha caído un libro que se coló en mis estanterías como lo que es: una joya. Y me vais a disculpar si no estoy a la altura de un filólogo cuando lo comente, ni de la palabrería de Nabokov, pero voy a intentar resumiros por qué tenéis que leer Lolita de la manera más humilde posible.


Voy a prescindir de los esquemas habituales que sigo para reseñar, porque es que, realmente, es imposible ponerse a delimitar aspectos como los personajes, el ritmo, la escritura... Nabokov ha creado una fantasía, un tabú con letras de neón: un adulto enamorado de una niña, pero no una niña cualquiera, y ahí está el encanto del libro. Donde se supone que Humbert es el depravado (que lo es) y Lolita la víctima, la historia muestra a un protagonista atormentado por sus gustos hacia las nínfulas (como él las llama), que en realidad disfruta más de ver que de consumar sus deseos, y a una chica demasiado crecidita para su edad. Lo que hace Nabokov es darle la vuelta a la tortilla; el malo no es el que quiere pecar, sino el que provoca el pecado.

¿Puede llegar un adulto a enamorarse de verdad de una niña? ¿Es simple morbo? Tal y como lo pinta el autor, yo digo que sí, un adulto puede enamorarse de una niña. Dejando de lado que Lolita tiene doce años, todo hijo de vecino se fija en otra persona por el físico, principalmente. Eso es exactamente lo que hace Humbert con Lolita, pero él también siente cariño y casi un deseo paternal de protegerla de los demás. Es un modo retorcido de verlo, pero el libro está contado de tal manera que no puedes pensar de otro modo: Humbert está enamorado de Lolita, no es un pedófilo del tres al cuarto. 

La figura de Lolita es ya un mito, una leyenda. Hoy en día, cualquiera miraría mal a una niña que fuese como ella, o mejor dicho, que se pareciese a ella, porque Dolly es insuperable, inimitable. Tosca, caprichosa, malhablada, irritante en ocasiones, adorable en otras. Nabokov la dota de una madurez extraña, es como si fuese una mujer encerrada en el cuerpo de una jovenzuela, y a la misma vez con características de niña. Te caiga mal o te caiga bien, Dolores Haze es irrepetible.


Si tuviese que describir la sensación que transmite el libro, sería la de un cuadro que representa un pueblecito de casas esparcidas e idénticas, con paisaje a los lados y personajes muy estáticos. Todo esto tiene su porqué. Humbert narra (o Nabokov narra) con una ironía sutil casi en todo momento, pero cuando se trata de presentar a nuevos caracteres, aflora el sarcasmo, de modo que uno lee el libro con un ceja levantada y una sonrisilla de medio lado. Los Chatfield, los Farlow, y hasta Charlotte, son como marionetas que rellenan la historia de Humbert, pero ¡ay!, la figura de Quilty, que aparece de manera confusa a mitad del libro y torna por completo el rumbo de la novela. No me ha quedado claro por qué toma esa importancia tan desmesurada, por qué el momento más furioso y violento de la novela tiene que ver con él. ¿Quién es en realidad Quilty? Es algo que no me ha quedado claro.

Lolita es un tesoro de libro, pero no es perfecto. Por lo menos, no ahora, y me explico. Si hay diez formas de contar la historia, Nabokov elije la más complicada. No le sale forzado, es natural, pero la novela está tan cargada de referencias y guiños, que uno, sin una base anterior, se pierde. Y yo me he perdido. Cuesta adaptarse a su manera de narrar, poco usual y muy dada a las descripciones, pero una vez te acostumbras, no resulta pesada, aunque reconozco que la segunda parte, comparada con la primera, es demasiado extensa, se para mucho en los paisajes estadounidenses y pierde algo de su encanto. El problema es que siento que he omitido la mitad de lo que he leído. A lo mejor dentro de viente años lo vuelvo a leer y me parece la octava maravilla. Pero en estos momentos, sé que no he apreciado la novela en todo su conjunto; lo noto y maldigo de vez en cuando al autor por rebuscar tanto un libro que veo dirigido a un público medio y no a una élite de eruditos.

Que sí, que tenéis que leer Lolita, y hasta que no lo hagáis, ninguna reseña os podrá hacer una idea de lo que es divagar por la mente de Humbert, un hombre enamorado de una niña y obsesionado, sin saberlo, en la búsqueda de un amor de infancia infructífero. Esta vez me permito la licencia de tomar prestada una frase del comienzo mismo de la novela para darle el veredicto.

Veredicto:

"Siempre puede uno contar con un asesino para una prosa fantástica."

Nota:

5 idea(s) :

Guiomar dijo...

Hola, Hermy :)
No había escuchado nunca hablar del libro pero... uuf... qué ¿curioso?
Me has metido el gusanillo, sin duda, tiene pinta de ser de esos que recuerdas años y años
un abrazo! ^^

Elena Bel dijo...

Lo tengo pendiente desde hace tiempo pero me impone respeto. Siento q va a pasarme como a ti, q voy a perdeme la mitad del libro y me daria mucha pena. Asiq realmenre tu reseña me ha encantado. Un beso!

Anónimo dijo...

Es definitivamente un clásico que tengo que leer!

Narayani dijo...

A esta novela le tengo ganas desde hace tiempo pero por ahora creo que seguiré sin leerla porque tengo muchas lecturas pendientes. Eso sí, tu reseña me ha gustado mucho.

Al principio dices que te disculpemos si no estás a la altura de un filólogo a la hora de reseñar el libro y me has dado en qué pensar. Creo que tienes que tener en cuenta que nosotros, los bloggers y/o lectores, no buscamos eso sino que buscamos opiniones personales como las que nos has ofrecido tú. Para mí tienen mucho más valor que lo que un experto me pueda decir, de verdad.

Y nada más que me pongo a hablar y no veo fin, jeje.

Un beso!

Lualunera dijo...

Yo creo que, que no seas filóloga o nada que se le parezca, no te quita capacidad de hablar sobre un libro... entonces apaga y vámonos, casi todos los bloggeros deberíamos cerrar nuestros blogs e irnos a la mierda jajajaja
Tus reseñas están muy bien escritas, y te expresas a las mil maravillas.

Leí "Lolita" hace tiempo y me encantó, más que la historia, que confieso no me gustó tanto, la pluma de Nabokov.. y la película me gustó mucho también. Es un clásico imprescindible.

Buena reseña, un abrazo <3