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sábado, 25 de junio de 2011

Cada siete olas, Daniel Glattauer

-Autor: Daniel Glattauer

-Título original: Alle sieben Wellen

-Editorial: Alfaguara

-Páginas: 270

-ISBN9788420406398 


Sinopsis:

1)¿Ya conoces a Emmi Rothner y a Leo Leike? Entonces es que has leído Contra el viento del norte, la inusual historia de amor en que dos personas que jamás se han visto se enamoran perdidamente por e-mail. 
2) ¿Opinas que los enamorados se merecían verse personalmente, aunque fuera sólo una vez? ¿Y que la novela merecía una segunda oportunidad para otro final? ¡Pues aquí lo tienes!
3) ¿No tienes ni idea de qué va la historia? ¿Subes al tren de Cada siete olas? Aquí tienes el equipaje necesario: Leo Leike vuelve de Boston tras poco menos de un año. En casa lo esperan noticias de Emmi Rothner. Ambos se dan cuenta de que sus sentimientos no han cambiado y piensan que quizá deberían verse una vez en persona. Pero Leo ha empezado una relación y Emmi sigue casada. Aunque, como nos enseña la nueva novela de Daniel Glattauer, después de que seis olas rompan en la orilla llega la séptima, y ésa trae siempre muchas sorpresas…


No quisiera pararme mucho en la sinopsis, pues no tengo mucho más que contar. A pesar de todos los problemas de por medio, nuestros protagonistas vuelven a entablar conversación a través de Internet. Pero las cosas han cambiado: Leo ha empezado una relación con 'Pam', y Emmi, aunque cada vez se siente más alejada de su marido, sigue felizmente casada.

Sin embargo las palabras fluyen y todo aquello que no se pueden decir en sus encuentros queda plasmado en los mails. Como si de un diario se tratase, tanto Emmi como Leo se cuentan sus inquietudes, y el deseo de algo más sólo queda nublado por sus compromisos en la vida real.

Esta segunda y última parte es mucho más intimista y gris que la anterior. Ya no sólo se trata de pequeños tanteos y jueguecitos entre Emmi y Leo; ahora saben a lo que se enfrentan, y la realidad pesa en los dos de manera insoportable. Es la frustración de ver cómo los deseos de una vida idílica se pierden porque hay que afrontar el mundo de nuestro alrededor. 


He visto también a una Emmi algo más pesada que de constumbre (a veces no entiendo por qué pregunta lo que pregunta y dice lo que dice), y a un Leo que ha perdido algo de su anterior vena sensible (aunque sus correos en plena borrachera son magníficos, eso sí).

El ritmo de la historia no es tan rápido como el anterior, aunque sigue enganchando, pero yo hubiese recortado ciertas partes . Conociendo sus personalidades, a veces no llegaba a comprender por qué no se decían ciertas cosas a la cara, o aclaraban lo que hubiese que aclarar de manera más simple. Hacia la mitad de la historia se intuye cómo va a terminar su aventura, y huelga decir que la escritura de Glattauer sigue siendo igual de perfecta que en el anterior libro: conversaciones ingeniosas, respuestas casi matemáticamente pensadas...

Lo que más me ha decepcionado del libro es que ha perdido el encanto del primero, ese no-nos-conocemos. Soy de las que aplaudió la idea de una continuación para esta historia, porque hacía falta, pero la novela me sigue pareciendo algo extensa de más para lo que cuenta.

Sintiéndolo mucho, la nota es bastante más baja que su anterior entrega. Me da pena despedirme de Emmi y Leo, eso sí, pero lo hago con un mal sabor de boca. 

Veredicto:

De lejos se podría haber mejorado el final de esta historia, que tuvo un principio tan bien logrado.

Nota:


Primera parte:


sábado, 23 de abril de 2011

Contra el viento del norte, Daniel Glattauer


-Autor: Daniel Glattauer

-Título original: Gut gegen Norwind

-Editorial: Alfaguara

-Páginas: 264

-ISBN9788420406107






Sinopsis:

En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo. Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece solo una cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro. ¿Sobrevivirían las emociones enviadas, recibidas y guardadas un encuentro «real»?



¿Qué harías si en tu bandeja de entrada recibieras mensajes de una desconocida dándose de baja en una revista? Leo Leike respondería amablemente explicando el error, no sin dejar entrever un poco de chispa en sus mensajes. Y como a la desconocida, Emmi Rothner, no se le escaparía ningún atisbo de humor, respondería con un torrente de preguntas. Ese sería el principio de un intercambio de mails entre los dos extraños que acabarían compartiendo más que sana ironía. ¿Y por qué hablo en condicional?

Seguramente cualquier persona normal zanjaría la conversación en el momento en que ésta se empezase a exceder. Pero lo cierto es que tanto Leo como Emmi necesitan de esos mensajes para despojarse de la aplastante realidad. Leo, porque su vida sentimental no marcha nada bien; Emmi, porque aunque no lo reconozca, algo falla en su matrimonio para que busque distracción en un diálogo internauta. 
Así es como los dos acaban por necesitarse más de lo que a simple vista aparentan. Poco a poco se van conociendo, pero no físicamente. ¡Ay, cuántos quebraderos de cabeza les llevará el conocerse en persona! Cada uno se forma una idea mental del otro, coquetean entre ellos, se disparan en momentos álgidos y se enfurruñan como niños pequeños. Todo esto apunta a que no van a poder estar toda su vida intercambiando palabras por la red, pero ¿cómo resolver un conflicto en el que participan también las vidas privadas de cada uno? Leo, Leo, Leo. Emmi, Emmi, Emmi.


Desde que supe que el libro estaba escrito a base de mails, quise hacerme con él. Sencillamente porque me ha tocado vivir en una época en la que nos es difícil entender el mundo sin Internet. El libro parecía ser una novela fresca, diferente, actual... pero tenía mis recelos: ¿sólo mails?. Ya podían contarse sus respectivas biografías para que fuese interesante.

Pues no, no es que no se cuenten sus vidas sino que la mayoría de las veces sólo opinan sobre el otro, o se consuelan, o se cuestionan. Y aún así la novela es ligera, y cuando te paras a mirar cuántas páginas llevas, te das cuenta de que te has leído medio libro y no te has cansado. Y quieres más. Necesitas saber qué le responderá Emmi, cómo reaccionará Leo, ¡por qué no responde! ¿Se habrá enfadado? Así de buena es la escritura del hombre-con-el-apellido-impronunciable (más que nada porque no sé donde acentuar la palabra). El autor explora la curiosidad del lector posicionándonos tanto en el lado de Emmi como en el de Leo: cualquiera que lea el libro tendrá las mismas ganas que los personajes de saber más de la otra persona. Utiliza un humor agudo e inteligente, y lo mismo nos puede hacer reír que sufrir por los malaventurados personajes.

Quizás aquí flojea un poquitín. Si bien Leo tiene sus pros y sus contras, sus más y sus menos, Emmi me ha parecido más de contras que de pros. No lo hubiese considerado fallo sino fuese porque la actitud adulta y madura que muestra en unos casos se contradice con el enfoque caprichoso que da a ciertos asuntos; porque no entiendo como una -spoiler On- mujer ''felizmente casada'' y con hijos -spoiler OFF- puede flirtear de ese modo con Leo, que además se encuentra en una difícil situación sentimental y que de vez en cuando deja caer que está enamorado de Emmi. No, no me ha gustado que tontease de esa manera con el ''maestro Leo''.

Aún así, está claro que la psicología de los personajes está muy bien trabajada y que no es difícil crearse una imagen de ellos sin ni siquiera saber cual es su color de pelo. Todo aquello que parecía imposible en una novela de mails se salva con mejores resultados.

Divertida, irónica, locuaz, ingeniosa, innovadora... eso y más es Contra el viento del norte. Recomendada a todo aquel que busque enamorarse de palabras, nunca mejor dicho.

Veredicto:

Otro modo de desatar sentimientos hasta ahora poco explotado. Una novela que demuestra la fuerza de las palabras.

Nota:



Segunda parte:

Cada siete olas