Ghostgirl, Tonya Hurley

Autor: Tonya Hurley


Título original: Ghostgirl


Editorial: Alfaguara


Páginas: 340

Sinopsis:

Charlotte Usher se siente prácticamente invisible hasta que un día lo es de verdad. Peor aún: está muerta. Y todo por culpa de un osito de goma. Pero la muerte no impide que Charlotte siga con su plan. Todo lo contrario, se vuelve mucho más creativa y hará cualquier cosa por conseguir su objetivo: ser popular para seducir al chico que ama.

En el instituto de Hawthorne High la popularidad es un factor imprescindible para triunfar. Si las chicas no están en el grupo de animadoras entonces no son nadie. Si los chicos no entran en el equipo de fútbol sus expectativas son mas bien bajas. 

Por lo menos, así es cómo lo ve Charlotte: el instituto es un mundo cruel y difícil de soportar si no encajas. Dios los cría y ellos se juntan. Nuestra protagonista se siente terriblemente sola e invisible. Es despreciada por sus compañeros de clase, odiada por la pandilla de Petula y lo peor de todo, inexistente para Damen.

Damen, Damen, Damen... el chico del cual lleva prendada toda su existencia. Pero Damen sale con Petula, lo que hace que las cosas se compliquen aún más. Está claro que Charlotte tendrá que resignarse con sacarle fotos, espiarle y fantasear con él, como ha hecho siempre.

Pero este nuevo año, está decidida a que las cosas cambien, empezando por su look; unirse al grupo de animadoras y hacer pandilla con Petula viene después. Aunque no todo sale como ella desearía, consigue a cambio algo mejor: será compañera de Damen en clase de Física. Charlotte no cabe en sí de emoción, tanto que termina por atragantarse con un osito de gominola. Se asfixia y... muere. 

Todo lo que ella tenía imaginado acerca de la muerte no es nada comparado con lo que ahora se le presenta: compañeros de su misma edad que han muerto por extrañas (y a veces poco higiénicas) causas. Y lo que es todavía más decepcionante, tienen que asistir a clases de Muertología hasta que cada uno consiga resolver su asunto pendiente, aquel por el que han muerto. Y Charlotte está completamente segura de que el suyo es poder ir al Baile de Otoño con Damen.

¿Pero cómo conseguirlo si está muerta? Las cosas no van tan mal, al fin y al cabo, porque Scarlet, la hermana gótica de Petula puede verla y... Charlotte puede entrar en su cuerpo.

De este modo, sus respectivas almas se turnan en el cuerpo de Scarlet para que Charlotte consiga su fin: 'ser popular para seducir al chico que ama'.

Tengo sentimientos contradictorios con este libro. Aunque los puntos negativos son pequeños, no los puedo pasar por alto. Pero empecemos. Tonya Hurley me ha sorprendido con su escritura. Aunque la historia peca de poco original, sí que introduce aspectos nuevos en el tema de los fantasmas. La manera en que se expresa a veces hace pensar que el libro no es tan juvenil como parece, y no lo digo por esos tacos que suelta de vez en cuando (se agradecen: ¡por fin un libro juvenil algo más realista!), si no por la manera de relatar la historia. Usa un vocabulario muy rico en cuanto a la forma de situarnos en los lugares, o en cómo mueve a los personajes a través de la trama. El libro se lee en un plis plás. La acción es continua, en cada capítulo Charlotte se las ingenia para meterse en un lío distinto. 

Aunque como he dicho, el libro también tiene sus aspectos negativos. Me ha encantado la manera en la que comienza los capítulos, con una cita o una canción, y luego un pequeño prefacio. Pero luego no para de hacer alusiones a canciones, grupos de música, película y un largo etcétera de referencias. Al principio me gustaba, pero luego se hicieron algo pesados y continuos, como si la autora nos quisiera mostrar que tiene mucha cultura. Y luego los tópicos, o topicazos: los populares son populares: Petula es rubia, una diva de la moda y tiene a las Wendys siempre a su alrededor, y Damen es el chico por el que todas se mueren. Hay animadoras, banda de música, fiestas de pijama y escenas de taquilla a reventar. Es todo muy americano, y a veces superficial. Sé que la intención de Hurley era mostrar todo lo contrario, pero ese color a rosa no se separa del libro. Y Charlotte a veces es un poco egoísta, todo hay que decirlo, además que la autora se deja unos cuantos cabos sueltos, como la familia de Charlotte y otros detalles respecto a los fantasmas.

Debo destacar que el final, aunque algo típico, no era lo que me esperaba y me sorprendió bastante como para querer leerme el segundo libro, 'Ghostgirl: El regreso'. Por la sinopsis, la verdad es que tiene pinta de traer tanta acción como el primero, y a decir verdad, aún guardo esperanzas con Charlotte (quien lo haya leído lo comprenderá).

Veredicto:

Una original vuelta de tuerca a los libros sobre fantasmas.

Nota:

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